Si la veis por la calle caminar no le digáis nada
porque se sonroja a la primera de cambio,
tropieza con su propia sombra
y podría enamorar al sol en un pestañeo.
Y el mundo estaría perdido.
Nunca lleva el pelo recogido,
como si estuviese pidiendo a gritos que la peinen,
que la mimen, que la quieran.
Pero no es apta para cardíacos,
pasa de cero a cien,
vuelve sin frenos y con ganas de llevarte por delante.
Y tú, sin poder evitarlo, querrás que te pase por encima.
Es alegría, tormenta y sonrisa.
Tiene unos ojos sabor café que te tendrán en vela cada noche,
hasta el día que ella no quiera más.
Entonces lloverán pianos de tus ojos,
y tú no podrás evitarlo. Porque será tarde.
"Tiene unos ojos sabor café que te tendrán en vela cada noche..." si tienes ojos de cafe, no puedes dormir, como el perro alérgico a los perros
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